Desde el lente de la Fundación Indígena Intimakuna se narran las historias de las comunidades del sur de Nariño. Una importante labor para recopilar las costumbres y la tradición de los resguardos.
En los resguardos indígenas, al sur del departamento de Nariño, existe una comunidad que le da gran valor a las enseñanzas de sus mayores. Una comunidad preocupada por la conservación y la protección del territorio como parte de la tradición que la distingue.
La organización Intimakuna tiene más de 11 años trabajando desde esa comunidad. Construyendo diferentes proyectos sociales que van desde la conservación de las prácticas ancestrales, hasta la restauración de plantas nativas y sitios sagrados para la comunidad.
Esas enseñanzas de los pueblos pasto, que forman parte de la oralidad construida en comunidad, tienen un importante registro audiovisual, gracias al trabajo de Intimakuna.
Un lente agudo y profesional que encuadra la belleza de los territorios del sur de Nariño, los rostros de sus pobladores, que subsisten manteniendo los usos y costumbres ancestrales en familia; su vegetación y la multiplicidad de colores de sus paisajes.
Es así como espacios tradicionales de la cultura y la alimentación indígena, como la chagra, lugar de cultivo e intercambio de saberes, forman parte de las piezas audiovisuales que construye Intimakuna desde el territorio.
Bellos escenarios que nos enseñan que, ya sean los más pequeños o los sabios mayores, el pueblo de los pastos transmite sus costumbres y las mantiene vivas, aún en tiempos de pandemia.
También en el marco de la Red Nacional Somos Enlace, la Fundación Indígena Intimakuna construye mensajes de prevención en tiempos de COVID, mensajes que salvan vidas, desde el territorio, desde la voz de las comunidades:
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