Medios y organizaciones de la red Somos Enlace nos contaron sobre sus acciones para construir espacios de paz y diálogo desde los territorios.
Por David Otero
La concepción del territorio para las comunidades va mucho más allá de la explotación y la subsistencia. Es una relación profunda en la cual construyen autonomía: desde sus valores, cultura, usos y costumbres, alimentación, reivindicación de lugares de memoria; entre muchos otros escenarios para la consolidación y celebración de la identidad de los pueblos.
Para nadie es un secreto que la apropiación del territorio ha sido en la historia de Colombia uno de los mayores alicientes del conflicto. Un conflicto que ha vulnerado, no solo los cuerpos de las personas, sino también el legado de comunidades enteras campesinas, afro e indígenas que perciben de primera mano el sonido de las armas.
Por eso es importante reconocer que las personas de estas mismas comunidades, desde sus reclamos de autodeterminación, son quienes más trabajan día a día por la construcción de una paz estable en los territorios. Una paz cimentada en el trabajo de la comunicación como vehículo para que las personas se reconozcan como integrantes de un mismo espacio, con un bienestar común por el cual trabajar.
Reconciliación desde los territorios
El proceso de mirarse a los ojos y reconocer al otro, en medio de una realidad que produjo enemistades donde antes había familiares y amigos, es sin duda complejo y de largo aliento, pero en ese esfuerzo y compromiso el acompañamiento de los medios comunitarios como garantes de espacios de diálogo ha sido fundamental.
Leidy Guancha, comunicadora indígena de la Emisora Auténtica Estéreo en Cumbal, Nariño, llama la atención sobre la necesidad de pensar en «armonización» desde las personas en las comunidades mediante el diálogo, para recobrar la confianza y los lazos que se fueron perdiendo.
El valor que tiene el diálogo y la palabra como ejercicio de transmisión de conocimiento es inconmensurable para las comunidades indígenas. Las enseñanzas de los mayores y la conservación generacional de los usos y costumbres son centrales para la convivencia.
Por eso el ejercicio de encontrar espacios en común mediante la comunicación, para enseñar y educar sobre convivencia en paz son tan importantes para el pueblo Kamëntsá, de la región del Valle del Sibundoy en Putumayo.
Iván Agreda, voz de la Emisora Waishanya de Sibundoy, ejemplifica esta voluntad de paz de las comunidades con la identidad del pueblo Kamëntsá ligada al respeto a la vida, la palabra y la naturaleza.
Pero así mismo como la conservación y mantenimiento de la tradición en las comunidades ha sido invaluable en la construcción de escenarios de paz, también desde la comunicación, jóvenes como Leidy, se han comprometido a encontrar espacios dentro de ese discurso para también fortalecer los procesos liderados por mujeres en las comunidades indígenas.
Construyendo paz desde la juventud
Como hemos visto desde el trabajo de las mujeres indígenas, el discurso tradicional de los pueblos se ha venido nutriendo del liderazgo de jóvenes, que además de estar comprometidos con la conservación de las enseñanzas, también buscan nutrir esta sabiduría también fomentando espacios participativos desde la comunicación y también las artes.
La Red Compaz, una organización de jóvenes de San Vicente del Caguán, en Caquetá, es uno de estos procesos que desde el liderazgo juvenil y las artes buscan concientizar a la comunidad sobre las diversas problemáticas, necesidades y oportunidades que existen para el bienestar de las personas que habitan el territorio y también el cuidado de los recursos naturales.
Tatiana Olaya nos contó desde San Vicente cómo ha sido este proceso de reconciliación desde el trabajo comunitario y cultural en el territorio, con el firme compromiso de la Red Compaz, que en sus propias palabras «hace de todo un poquito», a partir de la radio, la fotografía, el teatro y un sinfin de actividades para provocar la juntanza entorno al ideal de construir paz.
Pero el trabajo por la paz no es exclusivo de la ruralidad, se trata de un compromiso que debe acoger al grueso de la sociedad y por eso mismo también las personas privadas de la libertad son parte integral en esa idea de reconciliación.
Por eso Relatos Internos, una organización social con presencia en Tunja y Valledupar, se comprometió a apoyar los procesos restaurativos de jóvenes privados de la libertad en centros penitenciarios de estas dos ciudades. Primero con el hip-hop como herramienta de trabajo, y a partir de este, con la radio como medio, muchos jóvenes tuvieron la oportunidad de encontrar un espacio para redescubrir sus potencialidades y re-pensar diversas opciones de vida.
También te puede interesar: La música popular y la enseñanza en la Colombia rural
Daniel Bravo, hace parte del comité informativo de la Radio Campesina de Inzá, Cauca, un proyecto de comunicación comunitaria. Desde los micrófonos y también el acompañamiento cotidiano a la comunidad inzaeña, Daniel ha sido testigo de cómo la comunicación y el diálogo, con el liderazgo de la juventud, han ayudado a fortalecer espacios de paz, en un territorio diverso y golpeado por el conflicto.
Así como nos dice Daniel, desde la experiencia y evidencia que solo el trabajo diario de dialogar e informar puede aportar, el trabajo comunitario va a seguir siendo un pilar en la construcción de escenarios de paz en un país que vive un posconflicto agridulce, donde queda aún mucho qué decir, pero dónde también podemos con más certeza darnos cuenta de que existen comunidades ávidas de bienestar y de reconocimiento para sus derechos y capacidades.
Muy buen artículo que visibiliza el trabajo por La Paz desde la comunicación en los territorios
Pingback: ¿Cómo se construye paz en los territorios de Colombia desde la comunicación?