Las comunidades indígenas ven enfrentadas sus tradiciones a los cuidados y la nueva normalidad que trae consigo la pandemia, cómo se está llevando a cabo esta transición en el departamento de Nariño.
Por David Otero
Desde muy temprano ‘Mamá Benilda’ sale a trabajar en la Chagra, ese espacio tradicional y de gran significado para la soberanía alimentaria de los pueblos indígenas en Colombia. Estando ahí comienza a “desherbar”, luego recoge nabos, mazorcas, lechugas y acelgas; para más tarde prepararle “la merienda” a sus hijos y a su esposo.
A Mamá Benilda la vemos en la distancia, a través de YouTube, mientras en el territorio del Resguardo de Muellamués, desde el municipio de Guachucal,Nariño, ella se encarga con paciencia y esmero de darle vida al “legado que nos dejaron los mayores”, como afirma Erney Albeiro, comunicador indígena de la Fundación Intimakuna y también su hijo.
La vemos sola y la escuchamos hablando sobre el uso del tapabocas, porque vivimos en tiempos de pandemia, cuando el aislamiento es una necesidad y estas imágenes son testimonio vivo de cómo hasta las tradiciones, rituales y costumbres más arraigadas y significativas para nuestros pueblos, se ven también atravesadas por lo que algunos han optado por llamar la ‘nueva normalidad’.
La nueva normalidad
La región suroccidental de Colombia (departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca), reconocida por la diversidad étnica y cultural de sus pobladores, no ha estado exenta de las medidas implementadas en todo el país y en el mundo para frenar la COVID-19; una enfermedad que deja ya más de 10 millones de contagiados en todo el planeta, presentándose más de la mitad de esta cantidad en el reciéntemente transcurrido mes de Junio.
Este pico pandémico, en el cual actualmente se encuentra toda Suramérica, preocupa especialmente dada la cercanía de las comunidades nariñenses con la zona de frontera con Ecuador y las dificultades que esto implica sobre el control en el desplazamiento de las personas.
Al primero de julio el Instituto Departamental de Salud de Nariño reportó 3.483 casos de la enfermedad, esta es una de las razones que explican el endurecimiento de las medidas de toque de queda y demás restricciones, expedidas desde la Gobernación del departamento a mantenerse hasta el día quince del mes. Así mismo, como aumentan los contagios en todas las regiones del país, es particularmente preocupante en Nariño la llegada del virus a poblaciones distantes geográfica e institucionalmente del Estado colombiano.
Enlazados con las comunidades indígenas de Nariño
La estrategia Somos Enlace se ha preocupado desde un comienzo por replicar y amplificar los mensajes de prevención y cuidado que construyen los líderes y lideresas territoriales, las organizaciones sociales, medios comunitarios y jóvenes de territorios que se ven doblemente aislados: primero por la prevención frente al COVID-19 y en segunda instancia, por la extensa brecha de conectividad que existe en Colombia.
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Diversos medios comunitarios que representan e informan a las comunidades indígenas en el departamento de Nariño como Muellamués Estéreo, Tradicional Estéreo y la Fundación Intimakuna se han sumado también a esta Red de ideas (Visita nuestro mapa interactivo de participantes). Con mensajes de apoyo y prevención, resolviendo dudas y también contradiciendo aquellas ‘noticias falsas’ o rumores que constantemente surgen como narrativa de la incertidumbre y el temor que ha dejado la pandemia.
“De todas maneras, no nos hemos quedado quietos y estamos haciendo la labor de la huerta casera, cuidar a los animalitos (…)”, nos testimonia Don Hernando Colimba desde la vereda Comunidad en el Resguardo de Muellamués, a quien vemos a través de YouTube, como a Mamá Benilda.
«Yo antes trabajaba en la leche, iba a dejar al acopio; tarde y mañana en mi coche. Como lo ven mi coche está guardado ¿Por qué? Porque estamos aceptando las palabras del gobernador de nuestro Cabildo y del Gobierno nacional, que nos dice que debemos hacer tal y tal cosa y eso lo estamos haciendo», continúa Don Hernando contándonos desde la tranquilidad de sus “aposentos”.
Pese a las dificultades que implica el aislamiento y los periodos de cuarentena, en los territorios indígenas en Nariño la adaptación y modificación de las costumbres y tradiciones a las circunstancias de un mundo en pandemia, han sido progresivamente implementadas y también los entes e instituciones que se han creado para intentar garantizar el acceso a la salud en los territorios (en el caso de las IPS indígenas), han posibilitado también el desarrollo de esta transición.
“Desde la declaración de estado de emergencia ambiental, de salud en Colombia por la afectación de la pandemia provocada por el Covid – 19, las Autoridades tanto Indígenas, administrativas y de salud se enfocaron a desarrollar protocolos direccionados a prevenir la propagación del contagio”, de acuerdo a José Fuelpaz, comunicador de la emisora indígena Tradicional Estéreo.
“La adaptación a esta nueva clase de vida ha sido difícil puesto que la cotidianidad en los territorios estaba sujeta a actividades de integración de manera presencial”, afirma José, desde el Resguardo de Mueses.
Aunque progresivo este proceso de adaptación a las nuevas medidas de higiene desde los resguardos indígenas de Nariño, ha tenido también sus contratiempos. “Al principio totalmente incómodo, incluso algunas personas no dejaban ingresar con lo que se refiere a la respectiva desinfección, pero con las capacitaciones, con el medio de comunicación se les ha dado a conocer que es importante realizar esta desinfección dentro de sus viviendas”, cuenta Carlos Valverde, integrante de Muellamués Estéreo.
Pero tal como pueden haber traspiés en el momento de enfrentar la tradición a las circunstancias del aislamiento, también se vislumbran nuevas oportunidades para que las organizaciones, medios y emisoras recuperen ese importante rol educativo que han llevado a en diferentes momento de la historia.
Así como lo hace notar Carlos desde los micrófonos de Muellamués Estéreo, la educación y los espacios de información veraz, también han sido fundamentales en el propósito de preparar a las comunidades y a las familias para vivir bajo las nuevas condiciones de higiene y cuidado que nos exige la realidad contemporánea.
En los resguardos indígenas del departamento de Nariño se vive un período singular, así como en todo el planeta, pero con el esfuerzo consciente de todas las personas que forman parte de la comunidad, desde los más jóvenes hasta los mayores que llevan sobre sus hombres la sabiduría del pasado, habrá mucha más oportunidad para sortear de la mejor manera posible el embate del Coronavirus.
